La recaudación de diciembre alcanzó a $ 679.641 millones y creció un 38% en términos interanuales. El acumulado anual ascendió a $ 6.635.238 millones arrojando una variación anual del 32%.

Ninguna observación sobre el comportamiento de la recaudación puede hacerse sin dejar de señalarse que:

• La actividad económica se encuentra en recesión tras la crisis cambiaria de 2018 que produjo una caída generalizada en todos los rubros, caída que se profundizó en 2019. Seis trimestres de caídas del PBI en ese bienio son más que demostrativas.

• El efecto de la pandemia. La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) estima que el PBI de América Latina y el Caribe disminuya un 7,7% en 2020, la mayor contracción desde que se inician los registros en 1900. Para nuestro país estima una baja del 10,5%, es decir, superior al promedio; y esto es así por el estado depresivo previo al efecto del Covid-19, explicado someramente en el párrafo anterior.
  Aun así, los autodenominados “especialistas” insisten en comparar exclusivamente la recaudación con una única variable -la inflación- y crear de esta manera el concepto de “ingresos reales”. Sin importar las circunstancias excepcionales, insistirán en la relación recaudación-inflación: imposible comparar conceptos distintos. Vemos entonces un continuado de informes y títulos periodísticos que se reducen a que “la recaudación quedó por debajo de la inflación”. Hasta en una semana han cambiado proyecciones de “estimaciones privadas” para justificar ese relato.
  En todo caso, y teniendo en cuenta que el IPC anual se conocerá a mediados de este mes, un promedio de esas “estimaciones” arroja entre 35-37% anual (entre 19 y 17 puntos menos que el año anterior), y en ese caso la recaudación total estaría entre 3 y 4 puntos menos que la inflación, diferencia menor al año anterior pero con un detalle: sin pandemia.
  La variable inflación es de carácter interno. Sin embargo, consideran el comportamiento a los tributos del comercio exterior en su consideración. No pueden desconocerse los efectos positivos de la Ley 27.541 pero se obvia que los impuestos percibidos por la DGI crecieron un 39% interanual, es decir, por encima de los “cálculos privados”.
  Va de suyo en el contexto señalado, que ese reduccionismo a una variable por el total recaudado no puede soslayar la performance satisfactoria de la recaudación tributaria.
  Podríamos considerar el producto bruto a precios corrientes o PBI nominal, que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios con el nivel de precios existente en cada momento. Así veríamos, según el último dato disponible de 2020 (el del tercer trimestre), que la recaudación acumulada a setiembre -tres primeros trimestres- estaba 6 puntos por encima del crecimiento del PBI nominal en ese lapso (en el período 2019 el total anual, estuvo en la misma línea, es decir, no tuvo variaciones).En cuanto a los recursos de la seguridad social, cabe mencionar que superaron la recaudación aduanera. En el contexto general que hemos mencionado tenemos que considerar:

• El programa ATP, desarrollado e instrumentado en la AFIP, preservó el empleo y coadyuvó en mantener un piso de recaudación. Los trabajadores registrados disminuyeron el 2% respecto al año anterior a los efectos del Covid-19, según el último dato disponible del Ministerio de Trabajo.

• La reducción de contribuciones patronales a sectores afectados por la pandemia.

• Los acuerdos en sectores privados de reducción de salarios para mantener la fuente laboral.
  Se concluye que en la realidad descripta los tributos sobre la nómina salarial fueron óptimos, destacándose que en el último mes del año superaron en un 4% al mes anterior.

La recaudación aduanera se vio afectada claramente por la caída del comercio internacional, que ha sufrido varios cambios en las estimaciones a lo largo del año. La Organización Mundial de Comercio (OMC) informó que las previsiones del intercambio mundial para el 2020 apuntan a que termine el año con una caída del 9,2 por ciento, en lugar del 12,9 por ciento pronosticado con anterioridad.

Si tomamos los últimos datos de la CEPAL vemos que el índice de las exportaciones de bienes FOB en el 2020 respecto al año anterior disminuyen 14,4 puntos en valor y 10,9 puntos en volumen. La estructura económica previa, sumado a las liquidaciones adelantadas efectuadas en el último trimestre de 2019 resintieron la recaudación originada en el comercio exterior.

En una lógica económica que dista de ser normal, aún con las condicionalidades preexistentes, la sinergia y profesionalismo de los trabajadores de la AFIP permitieron cerrar un ejercicio que superó las expectativas agoreras.