Una vez más, como todos los 17 de agosto, recordamos el paso a la inmortalidad del Gral. Don Jose de San Martin. Fue uno de los grandes hombres que nació en estas tierras, como lo fueron Belgrano, Rosas y Miguel Martin de Güemes. Lo llamamos Padre de la Patria pero aún más grande es el nombre por el cual lo conocen en todo el Continente “Libertador de América”.

Si tuviéramos que definir a San Martin diríamos de él que fue un hombre de una causa. Por esa causa entrego su vida, empuño su sable y fue proscripto. Para llevarla adelante tuvo que sortear grandes adversidades y enfrentarse a enemigos internos y externos que lo calumniaron y persiguieron, a pesar de ello nada lo doblego.

Siguio adelante y armo el ejército más grande que se conoció en América, 5.000 hombres, hombres del pueblo: negros, indios, esclavo y gauchos. Ellos, fabricando sus propias armas, cociendo sus uniformes; enfrente el ejército realista, el mismo que hacia muy poco habia combatido y derrotado a Napoleón, provisto de armamento y práctica militar. Buenos Aires mirando todo como espectadora de una lucha que parecia le fuera ajena, negando apoyo económico y respaldo político.
A pesar de todo y todos San Martin logro su propósito, libero a los pueblos del yugo español y cuando lo llamaron a desenvainar su sable para combatir a sus hermanos se retiro debiéndo por ello emigrar a tierras extranjeras.

En su tiempo fue olvidado y murio en el exilio como otros hombres de nuestra historia, que como él entregaron su vida a la causa de una Patria libre de toda dominación extranjera en lo político y fundamentalmente en lo económico. Hoy recordamos y honramos su memoria porque creemos que los hombres y mujeres templados en las luchas por nuestra independencia son un ejemplo vigente para llevar adelante los desafios actuales que tenemos como Patria.